Hígado crudo de Ganso Extremeño natural (pieza entera entre 450grs. y 600grs.) – (Reservar para la próxima temporada).

NOTA IMPORTANTE: Por motivos de responsabilidad social y bienestar animal, no aconsejamos consumir un Foie Gras crudo natural por familia cada dos temporadas.

Los Gansos han sido adaptados por la naturaleza para alcanzar larguísimas distancias en sus periodos migratorios.

Un ganso puede realizar vuelos de hasta 5.000 kilómetros de distancia sin descansar.

Para ello, la naturaleza les ha provisto de un sistema que almacena la grasa producida por la ingesta de sus alimentos en sus músculos, intestinos y, por supuesto, su hígado, llamado a consecuencia de este fenómeno natural «Hígado Graso» (en francés, Foie Gras).

Este fenómeno se produce a la llegada de los primeros fríos del año. Ya los sefardíes utilizaban esta técnica de aprovechamiento de la grasa en nuestra granja, hasta la llegada de los Reyes Católicos que
motivó su expulsión.

Nuestra familia lleva utilizando la misma técnica desde el año 1812 hasta la actualidad.

A diferencia del Foie Gras industrial (con alimentación mecánica forzada), el Foie Gras obtenido naturalmente, comienza a tener textura muy grasa a partir de los 225grs. si bien la ley nos obliga para poder utilizar la denominación de Foie Gras a utilizar hígados de un peso mínimo de 450grs. Es por lo que usted sólo recibirá los hígados seleccionados más grandes (450grs. a 600grs.)

Nuestra granja es pequeña y alberga un máximo de 1.000 Gansos que vuelan libremente por los alrededores. Por ello nuestra producción está limitada y debe consultar disponibilidad. También puede dejar su pedido reservado hasta próxima campaña.

Puede ampliar esta información en preguntas frecuentes, o ver el siguiente vídeo:

Este producto ha estado congelado, por lo que usted debe sacarlo de la bolsa de vacío una vez recibido y mantenerlo refrigerado máximo 3 días. (No volver a congelar).

 

RECOMENDACIÓN DE DEGUSTACIÓN: Para sacar el máximo rendimiento a su Foie Gras crudo natural, corte en filetes generosos y, póngalos sobre piedra muy caliente de asar, hasta conseguir un marcado dorado por ambas caras, dejándolo al punto en su interior. A continuación pose el Foie Gras sobre una rebanada de pan templado, añadiendo una pizca de flor de sal. Cierre los ojos y disfrute de este regalo de la naturaleza…